Jueves 12 Septiembre 2023, 13:00

De la tierra a su mesa con responsabilidad y calidad

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Desde el corazón de la cosecha en Europa hasta el deleite en el plato, se forja un camino con respeto hacia el medio ambiente y las comunidades que la rodean. Siguiendo los cimientos de la Agricultura Orgánica, se ha desarrollado un sistema de producción que mantiene y mejora la salud de los suelos, los ecosistemas y las personas. Se basa fundamentalmente en los procesos ecológicos, la biodiversidad y los ciclos adaptados a las condiciones locales, sin usar insumos que tengan efectos adversos o impacto ambiental. En este sentido, se pueden encontrar un conjunto de estrategias sustentables que abarcan:

Aplicar métodos de cultivo y crianza inspirados en sistemas ecológicos que aprovechan los recursos propios del sistema, lo que permite a los productores enfocarse en prácticas agrícolas que se asemejan a los procesos naturales. Esto optimiza la utilización de los recursos disponibles en el entorno, como nutrientes del suelo y ciclo de nutrientes  

Minimizar la dependencia de recursos externos y reducir la necesidad de utilizar insumos externos, como fertilizantes y pesticidas, mediante la implementación de técnicas que fortalezcan la salud del ecosistema agrícola y reduzcan la necesidad de intervenciones artificiales.  

Reducir al máximo el uso de productos químicos sintéticos, limitando drásticamente la utilización de químicos artificiales en la producción, promoviendo en su lugar métodos naturales de control de plagas y fertilización, lo que contribuye a la salud del suelo y la calidad del producto final.  

Ajustar las pautas de producción según las circunstancias específicas, como la salud de los cultivos, las variaciones climáticas locales y los métodos de crianza particulares. Se adaptan las prácticas de cultivo y cría a las condiciones particulares de cada región, tomando en cuenta aspectos como la salud de los cultivos, el clima local y las prácticas agrícolas tradicionales, para lograr un equilibrio entre el rendimiento y la sostenibilidad.

Cada paso de la cadena de suministro de las manzanas francesas se somete a rigurosos estándares, desde la clasificación y empaque hasta la trazabilidad y el control de calidad. La optimización logística reduce la huella de carbono y los residuos, transportando las manzanas francesas en condiciones óptimas desde las granjas europeas hasta su destino final.

Al momento de la distribución, las manzanas francesas emprenden su viaje en un 98% a través del mar y un 2% por vía aérea. Durante su travesía, las manzanas son sometidas a rigurosas normativas y controles minuciosos. Cada manzana francesa recibe una atención meticulosa, con evaluaciones detalladas de su pureza y calidad. Esto garantiza que las manzanas francesas cumplan con todos los requisitos en términos de aspectos comerciales, sanitarios, trazabilidad e higiene, velando por el bienestar y la confianza de los consumidores.

Además de los controles reglamentarios, se implementan autoevaluaciones voluntarias para garantizar el más alto nivel de calidad en cada paso del camino, desde la aprobación hasta la entrega.

El objetivo es cultivar un futuro más verde, donde las manzanas francesas sean más que un alimento. Se trata de una promesa de calidad, autenticidad y responsabilidad.

La campaña “Europa, nunca es demasiado green. Manzanas de Francia, buenas para la tierra, buenas para ti.” respaldada por la Unión Europea e Interfel, trabaja para hacer realidad esta promesa.

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